CELOS ENTRE HERMANOS
Los niños expresan los celos de distintas formas, pero
muchos de ellos los manifiestan a través de un cambio en su conducta.
El niño puede empezar
a decir NO a todo para llamar la atención. A ser desobediente y a oponerse a
todo.
El niño puede mostrarse desinteresado por todo lo que sus
padres le sugieran. Puede presentar una actitud retraída, indiferente y
ensimismada.
El niño puede mostrarse más alejado a las actividades
familiares. Se opondrá a participar en juegos, paseos, etc.
En cierto modo, el niño se protege y reclama seguir teniendo
la misma atención que se le daba antes y que ahora tiene que ser compartida.
Por tanto esto puede tener un cierto
valor adaptativo, no obstante en muchas ocasiones la respuesta de celos es muy
exagerada, prolongada en el tiempo, y cursa un gran malestar y deterioro en las
relaciones familiares.
Los celos son normales dentro del curso evolutivo del niño y
a edades tempranas tras el nacimiento de un hermanito(a partir de los dos años
hasta aproximadamente 4 o 5 años) lo
habitual es que los celos se vayan reduciendo a medida que el niño se hace
mayor.
En general, los niños celosos pueden manifestar algunas de
las siguientes conductas:
-
Cambios de humor no justificados
-
Signos de infelicidad. Llora frecuentemente sin
motivo. Tristeza acompañada de manifestaciones verbales de no sentirse
suficientemente querido.
-
Aparición de nuevas conductas (No presentes
hasta la llegada del hermano pequeño) normalmente desadaptadas con el simple
motivo de llamar la atención de los padres.
-
Cambios en la expresión verbal y gestual
-
Alteraciones en los patrones de comida
-
Negativismo, terquedad, dificultad para obedecer
-
Negar sistemáticamente los errores propios y
culpabilizar a los otros de sus errores.
Te expongo una serie
de orientaciones a nivel general para minimizar las conductas de celos entre
los pequeños:
-
Es fundamental establecer un equilibrio en el
trato a los diferentes hermanos de forma que no haya un trato de preferencia
hacia ninguno de ellos.
-
Siempre es mejor alabar los aspectos positivos
que recriminar los negativos de los dos
-
Delante de conductas celosas (rabietas,
desobediencia, negativismo...) puede aplicarse la retirada de la atención. Si
nuestro niño quiere atención emocional debemos de dársela pero nunca tras los episodios de celos.
-
Aumentar el tiempo en actividades y juegos de toda la familia es buen método
para mejorar la comunicación y estrechar
lazos.
-
Responde con tranquilidad ante los episodios
celosos, sin recriminaciones, comunicarle al niño nuestra decepción por su
comportamiento y dejar de prestarle atención. Posteriormente cuando se
tranquilice y según la edad, podemos intentar razonar lo ocurrido y darle la
atención emocional que necesite.
-
Cuando (como es el caso de tu peque) el hermano
mayor siente celos de su hermano pequeño puede resultar útil irle recordando de
forma sutil las ventajas y “privilegios” que tiene ser el hermano mayor (por
ejemplo: acostarse más tarde o poder realizar ciertas actividades). También
para los niños de cuatro años puede ser
útil darles cierto protagonismo respecto a los cuidados hacia el hermano
pequeño y la importancia de su ayuda para la familia. A estas edades puede ser insoportable perder todo el
protagonismo debido al recién llegado
-
La relación entre hermanos tiene su propio ciclo
de desarrollo. Debemos de fomentar un clima emocionalmente estable y los celos
se irán superando.
-
Evitaremos las atenciones y dedicaciones excesivas
QUE PODEMOS HACER LOS PADRES:
-
Lo primero es entender que los celos son una
respuesta emocional normal y muchas veces inevitable. Lo más normal es que los
celos infantiles se resuelvan de manera natural con el trascurso de los años.
Pero también nos encontramos con algunos niños que tienen mucha dificultad en
poder controlar sus celos, y los celos, a la larga pueden ser perjudiciales para
el desarrollo de las personas porque devoran nuestra autoestima generando
rencor y resentimiento.
-
Enseñar compartir es una tarea muy compleja., y
en la medida que los hijos son pequeños, mas, ya que los niños nacen siendo
egocéntricos y desean que el mundo gire solo en torno a ellos. Para enseñar
a compartir es recomendable que,
progresivamente, en vez de comprar, por ejemplo, un juguete para cada niño
compraremos un juguete para los dos y así le daríamos la posibilidad de aprender
a compartir.
-
Dar explicaciones: Es muy conveniente explicar
la razón por la que en un momento dado se da un trato diferente a un hermano
que a otro. Explicar las razones no deja al hermano” celoso” convencido porque
los celos no le dejan entender pero si que nos ayuda a nosotros, a los padres,
a reafirmarnos en que estamos actuando por el buen camino.
-
Buscar momentos en los que hacer sentir a los
hijos que son únicos. Llevarlos un día a merendar, a pasear, al cine. Es como
tener un momento de intimidad entre padre-hijo, exclusivo. Buscar la calidad más
que la cantidad de tiempo.
-
Procurar no dedicar más atención al hijo celoso.
Porque entonces estaríamos reforzando sus conductas. Los celos son una
interpretación que ellos hacen, temen perder el amor de sus padres y por eso
sufren. Ayudar a los niños a afrontar sus celos también es ayudarles a
desarrollar su autoestima y a aprender a valorarse.
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